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La Energía Necesaria para la Inteligencia Artificial

La inteligencia artificial (IA) está revolucionando diversos sectores, desde la producción hasta la gestión de recursos energéticos. Este avance no solo transforma industrias, sino que también plantea nuevos desafíos en términos de consumo energético. A medida que la IA se expande, la demanda de electricidad se incrementa significativamente, generando la necesidad de repensar cómo se produce y distribuye la energía.

Un estudio realizado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) titulado Energía e Inteligencia Artificial revela cómo estas tecnologías están moldeando el futuro energético. Se prevé que el consumo de energía relacionado con la IA aumente considerablemente en la próxima década, lo que obligará a los gobiernos y empresas a buscar soluciones sostenibles.

: ¿deben las grandes tecnológicas financiar sus propias fuentes de generación? ¿O debe priorizarse el acceso de la población y la industria tradicional a la energía limpia?

El Impacto de la IA en el Consumo Energético

En el ámbito de la IA, cada bit de información no solo representa un dato, sino que también conlleva un consumo energético. Por ejemplo, modelos de machine learning como el sistema de Hopfield optimizan el uso de energía durante el proceso de aprendizaje. Esta eficiencia energética es crucial, dado que la IA ha pasado de ser una herramienta experimental a un elemento central en la industria, afectando sectores como la política, el arte y, por supuesto, la energía.

Centros de Datos: Un Gran Consumidor de Energía

Se estima que en 2024, los centros de datos representarán aproximadamente el 1.5% de la electricidad mundial, alcanzando un total de 415 TWh. Este crecimiento es alarmante, ya que entre 2015 y 2024, el consumo en este sector ha aumentado un 12% anual, cuatro veces más que el promedio general de electricidad. En países en desarrollo, los centros de datos son responsables del 5% del crecimiento energético, mientras que en economías más estables, esta cifra asciende al 20%.

Proyecciones para 2030

De acuerdo con la AIE, se plantean cuatro escenarios posibles para el consumo energético de la IA en 2030:

  • Base: 945 TWh, más del doble del nivel actual.
  • Despegue: más de 1.260 TWh.
  • Alta eficiencia: 800 TWh.
  • Viento en contra: 670 TWh.

Las proyecciones para 2035 son aún más inciertas, oscilando entre 700 TWh y 1.720 TWh. Sin embargo, la adopción masiva de IA en procesos industriales podría generar un ahorro de más de 8 EJ (222 TWh), lo que representa el consumo total actual de México. Este ahorro, sumado a las mejoras en servidores y refrigeración, podría compensar parcialmente el aumento en la demanda.

La Fuente de Energía para los Centros de Datos

Actualmente, la energía que alimenta los centros de datos proviene de diversas fuentes: 30% carbón, 27% renovables, 26% gas y 15% nuclear. Se anticipa que, tras 2030, la dependencia del carbón disminuirá, mientras que las energías renovables y nucleares aumentarán su participación. Sin embargo, el desafío no radica solo en generar energía, sino también en la integración a la red eléctrica, que puede demorar entre 4 y 8 años en países desarrollados debido a la falta de infraestructura adecuada.

Inversiones en Energía Nuclear

En 2024, gigantes tecnológicos como Oracle, Amazon y Google han anunciado planes para utilizar reactores nucleares modulares pequeños (SMR) para abastecer sus centros de datos. Estos proyectos buscan garantizar una fuente de energía sostenible y confiable. Por ejemplo, Oracle planea implementar tres SMR para un centro de 1 GW en el futuro cercano.

Desafíos y Oportunidades en la Infraestructura Eléctrica

La rápida expansión de la IA demanda una planificación energética más efectiva. La necesidad de energía de alta calidad y disponible de forma continua es esencial, ya que cualquier interrupción puede acarrear pérdidas significativas. En EE. UU., algunos estados ya enfrentan retrasos de hasta 10 años para conectar nuevos centros de datos debido a la falta de capacidad en la red.

La competencia por energía baja en carbono se intensifica, planteando un dilema: ¿deben las grandes tecnológicas financiar sus propias fuentes de generación de energía? Esta cuestión es vital para el futuro de la inteligencia artificial y su sostenibilidad.

Invitamos a los lectores a reflexionar sobre el impacto que la IA tendrá en nuestras vidas y cómo podemos contribuir a un futuro energético más sostenible. ¿Cómo puedes ser parte de esta transformación? Comparte tus pensamientos y explora más sobre este tema apasionante. ¡Tu opinión es valiosa y necesaria en este debate crucial!

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